Thursday, February 01, 2007

Las flores secas


No hay nada, sólo un montón de hojas secas que el agua y la tierra han envejecido. Probablemente, tal vez por obra de la casualidad, fueron mis huellas las que dibujaron círculos y líneas que en conjunto parecían formar el cuerpo de una persona con figuras geométricas flacas de un lado, regordetas de otro, rayas que parecían manos, pies, dedos. No, no pueden ser mis huellas, ni los intrumentos q utilizo para limpiar, el grosor es muy pequeño, probablemente lleva allí desde que llegué y no me di cuenta.

"Hace bastante que nadie vive allí, la alberca está en mal estado, necesito que la limpie, y quite la basura que ha tapado el canal de desague".

Por un momento, cuando metía las hojas a una bolsa, me encontré con unos azulejos negruzcos, pero en vez de reconocer mis formas, sucedió cosa extraña, otros ojos, pequeños y escrutadores aparecieron, por momentos aterrados, suplicantes de ayuda, unos ojos que aún me inquietan, tan inocentes. Enseguida encontré mi reflejo, mis ojos, asombrados por leer en las formas oxidadas cosas que no existen, se encontrarón, me vi.

¿A usted le ha pasado que siente que alguien le toca, no? Lo sentí una vez, sentí como si, unos bracitos se hubieran agarrado a mis pies y desesperadamente tratasen de subir, como escalando, sí, por mi rodilla, por la pierna, lo sentía más débil cuanto más subia, hasta que se fue desvaneciendo y ya no sentí nada.


Sí, tiene razón, figuraciones mías, sí, ya voy, por cierto, encontré lo que obstruía el canal, ¿los señores que antes vivían aquí tenían hijos? Es que era sólo una pequeña pelota.

1 comment:

Anonymous said...

ouch! de miedo, buen post. También esta chida la foto del post anterior.